Marihuana medicinal

Mar 30, 2015

Como era de esperarse, la propuesta legislativa tendiente legalizar la marihuana con fines médicos ha generado polémica. Curiosamente, la disputa ocurre dentro del mismo Estado: mientras la CCSS se manifestó a favor del proyecto de ley, el IAFA denunció que dispararía el consumo de marihuana entre niños y jóvenes.

La evidencia empírica refuta la posición del IAFA. En primer lugar, la prohibición de la marihuana no ha impedido que los jóvenes tengan acceso a ella. Todo lo contrario, según un informe del mismo instituto, el consumo de marihuana entre colegiales aumentó un 75% del 2006 al 2012. Este estudio también encontró que en dicho período se había registrado una disminución significativa del consumo de tabaco entre adolescentes –un producto legal que se encuentra regulado–.

Segundo, cada vez hay más investigaciones científicas que documentan las propiedades médicas del cannabis. Por ejemplo, su efectividad ha sido comprobada contrarrestando las náuseas que sufren los pacientes bajo quimioterapia, así como en la lucha contra los síntomas de enfermedades como el glaucoma, la epilepsia, el asma bronquial y la esclerosis múltiple.

Una contribución reciente al debate ocurrió cuando el reconocido neurocirujano Sanjay Gupta, quien también es corresponsal médico de CNN, revirtió públicamente su oposición a la marihuana medicinal indicando que no existía evidencia científica de peso que respaldara dicha postura: “[El cannabis] no tiene un alto potencial para el abuso y hay usos médicos muy legítimos. De hecho, en algunas ocasiones, la marihuana es lo único que funciona”, dijo Gupta, tras revisar la literatura científica y entrevistar a expertos y pacientes por todo el mundo.

El uso legal de la marihuana para fines médicos no es ninguna novedad. En Estados Unidos una mayoría de los estados ha regulado su uso. De igual forma lo han hecho Alemania, Canadá, España, Finlandia e Israel, países con sistemas de salud con los cuales Costa Rica gusta compararse.

No obstante, el expediente de ley en la corriente legislativa requiere algunas reformas. Por ejemplo, debería permitir el autocultivo de plantas para fines médicos. También, resulta innecesaria la creación de toda una burocracia estatal para regular el cannabis médico.

Aun así, el norte de la propuesta es el correcto. La administración Solís debería hacer gala de sus supuestas credenciales progresistas y brindar el apoyo decidido del Poder Ejecutivo a esta iniciativa.

Publicado en La Nación el 30 de marzo del 2015.

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