No habrá que esperar hasta el 2037 para sufrir las consecuencias de la agonía del IVM.

No habrá que esperar hasta el 2037 para sufrir las consecuencias de la agonía del IVM.
Al grueso de la población debe aplicársele la regla de que la jubilación se financia con los aportes de cada uno.
En vista del paulatino deterioro del IVM, la pensión complementaria será la que le asegure al trabajador un retiro digno.
Si los jubilados dilapidan lo que se les entregue de la pensión complementaria, se convertirán en una carga para la sociedad.
Una gran reforma sería aprobar el proyecto que unifica los regímenes de pensiones en el IVM.
Ambas entidades pretenden servirle la mesa a Hacienda para que engulla los fondos de las pensiones complementarias.
El gobierno pretende meterles el diente a los fondos de pensiones complementarias.
Carlos Alvarado debería liderar con el ejemplo y anunciar que renunciará a su pensión de expresidente.
El IVM se dirige a la quiebra a mediano plazo si no se implementan ajustes de gran calado.
Con el aumento en el aporte al IVM, lo único garantizado es que la estafa de dicho régimen sobreviva por un tiempo más.