¿Cuál es la moraleja de todo esto? No se le pueden dar poderes discrecionales a Tributación.

Marchamo
leer más
¿Cuál es la moraleja de todo esto? No se le pueden dar poderes discrecionales a Tributación.
Decepciona el anuncio del ministro de Hacienda de que pospondrá las medidas contra los excesos salariales en el sector público.
No se trata de recrear una guerra fría ideológica, sino de definir hacia dónde queremos ir.
La administración Solís ha encontrado un nuevo chivo expiatorio para el déficit fiscal: los tratados de libre comercio.
Apoyar el paquete de impuestos con la esperanza de que palíe la grave situación fiscal del país representa un acto de fe.
La protección ambiental y la iniciativa privada pueden ir mano en mano.