Un principio fundamental durante esta coyuntura es no aprovechar la crisis para promover cambios legales permanentes.

Un principio fundamental durante esta coyuntura es no aprovechar la crisis para promover cambios legales permanentes.
La evidencia indica que proteger el mercado cautivo del ICE es incompatible con la meta de descarbonización.
No debemos caer en la tentación de creer que la reactivación económica depende de una devaluación.
El pesimismo empresarial se debe a lo modesta actuación de la administración Alvarado para romper la desconfianza imperante.
El país está hiperregulado, pero el gobierno sigue imponiendo normas que asfixian al empresariado.
El plan de descarbonización de Carlos Alvarado no pasará de darle portadas en los diarios internacionales.
Están ampliamente documentados los daños generados a los vehículos y al ambiente por el etanol.
En lugar de ocurrencias como el etanol, deberíamos estar discutiendo la muy necesaria apertura del monopolio de Recope y la liberalización del mercado de los combustibles.
Las inversiones totales requeridas para alcanzar la meta de carbono neutralidad tendrían un costo que equivalía a un 30% del PIB.
Como si siete fracasos previos no fueran suficientes, Recope anunció que a partir de mayo mezclará etanol con la gasolina súper.